Desde hace ya algunos años, la tecnologia ha avanzado tanto que nos permite delimitar la anatomía de las arterias coronarias de forma no invasiva, sin necesidad de cirugía o cateterismos.

Una tomografía de las arterias coronarias permite, con una gran sensibilidad, detectar lesiones (colesterol) en las arterias coronarias.

Su principal indicación es el estudio del dolor de pecho. Consiste en un estudio en donde se administra una dosis de contraste de forma sincronizada con los latidos cardiacos, para que la tomografía se adquira justamente cuando existe mucho contraste en las arterias del corazón. Esto permite a los especialistas conocer si hay colesterol, calcio u otros componentes dentro de las arterias.

Es un procedimiento corto, con pocos riesgos, no invasivo y que aporta mucha información.


Para más información, contáctanos.